- Microsoft aclara que sigue apostando por el hardware y las futuras consolas Xbox.
- Acuerdo multianual con AMD para los chips de la próxima generación.
- Los cambios y la subida de precio de Game Pass avivaron los rumores.
- Estrategia híbrida: nube, PC y dispositivos portátiles sin renunciar a la consola.
Tras varios días de ruido en redes y foros, Microsoft ha aclarado su postura y ha dejado claro que no piensa abandonar el desarrollo de consolas Xbox. La compañía se ha dirigido a medios especializados para cortar de raíz las especulaciones que apuntaban a un giro completo hacia la nube.
El contexto inmediato de estos rumores está en la reorganización de Xbox Game Pass: se han reordenado los planes, se ha incorporado el juego en remoto y, además, se ha aplicado una subida notable de precio en Ultimate (de 17,99€ a 26,99€). Este movimiento encendió las alarmas sobre una hipotética retirada del hardware, algo que Microsoft desmiente.
Rumores y reacciones tras los cambios de Game Pass
La combinación de subida de precios y comunicación confusa provocó cancelaciones de suscripción y alimentó la idea de un rumbo centrado en el streaming. Varios titulares sensacionalistas dieron por hecho un escenario que, según la compañía, no se corresponde con sus planes.
En paralelo, decisiones corporativas recientes y señales del canal retail —como menor presencia de stock en ciertas cadenas— se usaron como prueba de que Xbox se alejaba del hardware. Sin embargo, informes coincidentes señalan que la producción de Xbox Series X|S continúa con normalidad y que no hay un parón en la hoja de ruta de dispositivos.
En este clima, también circularon versiones contradictorias sobre proyectos portátiles y condiciones de componentes que no cuentan con consenso. La propia comunidad y periodistas especializados han matizado esas teorías, subrayando que no hay evidencias firmes que impliquen abandonar la consola.
Mensaje oficial: Xbox sigue con nuevas consolas
Microsoft ha reiterado a través de un comunicado remitido a la prensa que mantiene una inversión sostenida en sus próximas consolas. No se trata de un plan difuso, sino de trabajo en curso para nuevos equipos bajo la marca Xbox.
La compañía también incide en que los dispositivos de próxima generación estarán diseñados, desarrollados y fabricados por el propio equipo de Xbox, descartando así que un tercero lidere el diseño de su consola principal.
Otro pilar de esta hoja de ruta es su alianza estratégica y multianual con AMD. Los chips del fabricante impulsarán la siguiente generación de Xbox, con una visión que refuerza la experiencia multidispositivo e integra de forma más estrecha capacidades y servicios de Windows.
Además de la futura consola de sobremesa, la marca ha apuntado a una cartera de hardware que incluye accesorios y dispositivos complementarios. En informes no oficiales han aparecido nombres en clave como Kennan, Omni u Horseman, referencias habituales en el desarrollo que, en cualquier caso, no alteran el mensaje central: el hardware propio sigue siendo una prioridad.
Portátiles y ecosistema: colaboración con ASUS y la nube
En el terreno portátil, Microsoft ha optado por colaboraciones con socios como ASUS. La ROG Xbox Ally, prevista para el 16 de octubre, combina juego en la nube con títulos nativos, encajando en un enfoque donde el ecosistema suma opciones sin sustituir a la consola tradicional.
También se prepara una modalidad gratuita de Xbox Cloud Gaming con anuncios que permitirá jugar sin coste tras ver publicidad. Es una vía para ampliar la base de usuarios y la accesibilidad, pero no implica abandonar el hardware: se plantea como una capa adicional del servicio.
En conjunto, la estrategia de Microsoft pasa por integrar nube, PC, portátiles y consola. La “caja” sigue siendo relevante para Xbox, mientras el resto de piezas del ecosistema facilitan que cada jugador acceda donde y como prefiera.
Es cierto que el mercado no vive su mejor momento, con ventas irregulares y movimientos que han generado dudas. Aun así, los mensajes oficiales, el acuerdo con AMD y el avance de proyectos propios apuntan a más Xbox en el horizonte, no a menos.
Con los rumores ya atajados, la fotografía que queda es clara: Microsoft continúa trabajando en nuevas consolas Xbox y en dispositivos complementarios, apoyada en su alianza con AMD y en una oferta de servicios que crece —Game Pass, juego en la nube y experiencias multiplataforma—, todo ello sin renunciar al hardware que da nombre a la marca.