Durante años, los videojuegos han sido percibidos únicamente como una forma de entretenimiento, pero esa visión ha cambiado radicalmente. Y es que, más allá de ofrecer diversión, muchos videojuegos tienen un impacto positivo en el aprendizaje, fomentando habilidades que van desde la resolución de problemas hasta el pensamiento crítico. De hecho, hay un género «mal llamado» juegos educativos. Digo mal llamado ya que creo firmemente que cualquier juego puede formar una experiencia didáctica.
Entonces, la pregunta es inevitable: ¿Pueden los videojuegos ser realmente educativos? La respuesta no solo es un rotundo «sí», sino que además, los ejemplos que te voy a mostrar son tan diversos como interesantes. Vamos a explorar cómo los videojuegos están transformando la educación y algunos títulos que, quizá sin saberlo, han sido maestros en más de una lección.
Los videojuegos como herramientas de aprendizaje
Los videojuegos educativos han existido desde los inicios del gaming, con títulos como The Oregon Trail enseñando historia y gestión de recursos a estudiantes en la década de 1980. Sin embargo, los videojuegos actuales han llevado esta capacidad a un nuevo nivel. Tanto los diseñados específicamente para la educación como los títulos convencionales tienen el potencial de enseñar:
- Habilidades académicas: Matemáticas, idiomas, historia y ciencias.
- Habilidades blandas: Trabajo en equipo, comunicación y liderazgo.
- Habilidades técnicas: Programación, diseño gráfico y gestión.
Lo que hace que los videojuegos sean tan efectivos es su capacidad de sumergir a los jugadores en experiencias interactivas, donde el aprendizaje ocurre de manera natural y sin esfuerzo aparente. Y es que no es lo mismo presentar un problema matemático diciendo «Juan tiene 12 manzanas…», que mostrarlo dentro de una experiencia como Minecraft.
De hecho, aprender jugando es una de las formas más poderosas de adquirir conocimientos, porque activa tanto la motivación intrínseca por aprender como la memoria a largo plazo.
Minecraft Education Edition
Si pensamos en videojuegos educativos modernos, Minecraft ocupa un lugar primordial. Aunque el juego original ya fomenta habilidades como la creatividad, la lógica y la resolución de problemas, la versión educativa lleva esto aún más lejos.
Con Minecraft Education Edition, los estudiantes pueden explorar conceptos de química al mezclar elementos, aprender sobre historia al recrear civilizaciones antiguas o colaborar en proyectos grupales que promuevan habilidades sociales. Su flexibilidad lo ha convertido en una herramienta esencial para profesores de todo el mundo.
Civilization VI
Este título puede parecer un simple juego de estrategia, pero esconde lecciones de historia, economía y diplomacia que pocos manuales escolares pueden igualar. Los jugadores deben liderar una civilización desde sus inicios hasta la era moderna, gestionando recursos, explorando tecnologías y negociando con otras naciones.
En el proceso, se aprenden conceptos históricos reales, estrategias de liderazgo y la importancia de tomar decisiones basadas en análisis de datos. Y lo mejor de todo es que cada partida ofrece una experiencia única, lo que fomenta la adaptabilidad.
Duolingo y su formato de videojuego
Aunque técnicamente no es un videojuego tradicional, la app de aprendizaje de idiomas Duolingo utiliza elementos de gamificación que la convierten en una experiencia inmersiva. Con desafíos, recompensas y «vidas», los usuarios aprenden idiomas de manera efectiva mientras compiten consigo mismos o con otros jugadores.
Su éxito demuestra que la frontera entre juegos y herramientas educativas es cada vez más borrosa, y su impacto es evidente en la cantidad de personas que han aprendido nuevas lenguas a través de la app.
Portal 2
¿Quién diría que un videojuego de puzzles basado en portales podría enseñar física y lógica? Portal 2 es mucho más que un título entretenido: fomenta el pensamiento crítico y la resolución de problemas complejos. Además de esto, también fomenta el pensamiento «outside the box» o fuera de la caja con planteamientos que van más allá de lo evidente.
A medida que los jugadores avanzan, deben aplicar principios básicos de física, como el movimiento y la energía, para superar los obstáculos. Esto lo convierte en una herramienta perfecta para fomentar el aprendizaje STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Assassin’s Creed Discovery Tour
La serie Assassin’s Creed es conocida por sus mundos abiertos y su narrativa envolvente, pero lo que muchos no saben es que Ubisoft lanzó un modo educativo llamado Discovery Tour.
En este modo, los jugadores pueden explorar el mundo del antiguo Egipto, Grecia o Roma sin combates ni misiones, solo para aprender sobre las culturas, arquitectura y costumbres de esas épocas. Es como un museo interactivo que convierte la historia en algo vivo y fascinante.
Impacto positivo en habilidades sociales y emocionales
Más allá del aprendizaje académico, muchos videojuegos fomentan habilidades que son esenciales en la vida diaria:
- Trabajo en equipo: Juegos como Overwatch o Among Us enseñan la importancia de colaborar y comunicarse eficazmente.
- Liderazgo y estrategia: En títulos como «League of Legends», los jugadores deben asumir roles de liderazgo y tomar decisiones rápidas bajo presión.
- Empatía y moralidad: Los juegos narrativos del tipo «Life is Strange» o «The Last of Us» presentan dilemas éticos que invitan a reflexionar sobre las emociones y perspectivas de otros.
Pero esta es la magia de los videojuegos que, al igual que pasa con las narrativas de cuentos o películas, invitan al pequeño a sumergirse de lleno en un mundo vasto en posibilidades, donde aprender no se vuelve algo tedioso y obligado, sino necesario y divertido.
¿Por qué no se usan más videojuegos en la educación?
Aunque los beneficios son claros, todavía existe una resistencia en algunos sectores educativos a incorporar videojuegos en el aula. Esto puede deberse a prejuicios sobre los juegos como simples formas de entretenimiento o a la falta de capacitación en su uso pedagógico.
Sin embargo, cada vez más escuelas están adoptando estos recursos, y el futuro parece prometedor. La combinación de tecnología, interacción y aprendizaje tiene el potencial de revolucionar la educación tradicional. El debate está servido, muchos usuarios han comentado en diferentes debates sobre este tema, vistos en Reddit, Twitter y otros foros, y plantean que no debe de haber debate, los videojuegos tienen un hueco en las aulas.
El debate realmente debería ser, qué juegos deben darse en clase para que los más jóvenes puedan aprender habilidades sociales, comunicativas y técnicas. Pero tiempo al tiempo, cuando los amantes de los videojuegos se profesionalicen como maestros, seguramente veamos un aumento del uso de los videojuegos como aprendizaje.