- Fin del soporte: Windows 10 deja de recibir parches y ayuda técnica para consumo; el sistema seguirá funcionando, pero con más riesgo.
- ESU para particulares: en la UE hay un año adicional gratuito hasta el 13 de octubre de 2026; requiere Windows 10 22H2 y cuenta Microsoft.
- Empresas: opción de ESU hasta tres años con coste creciente; urge planificar migración y compatibilidad de apps.
- Incidencia en la Media Creation Tool: Microsoft reconoce un fallo y propone actualizar vía Windows Update o ISO oficial.

Tras más de una década en activo, Windows 10 alcanza el fin de su soporte para usuarios domésticos. El sistema seguirá arrancando con normalidad, pero ya no recibirá actualizaciones de seguridad ni correcciones de errores desde la fecha marcada por Microsoft, lo que incrementa el riesgo ante exploits, malware y fallos no parcheados.
Ante este escenario, hay varios caminos: migrar a Windows 11 si el equipo es compatible, acogerse al programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) para ganar tiempo o, en última instancia, valorar alternativas de sistema operativo. En el Espacio Económico Europeo, el ESU para consumidores se ofrece sin coste durante un año, aunque exige iniciar sesión con cuenta de Microsoft de forma periódica.
Qué ocurre a partir del 14 de octubre
A partir de la fecha de fin de ciclo, Windows 10 deja de recibir parches y soporte estándar. Los equipos seguirán funcionando, sí, pero cada nueva vulnerabilidad quedará sin corrección oficial para el canal de consumo, lo que puede traducirse con el tiempo en brechas de seguridad, inestabilidad o incompatibilidades con software moderno.
Conviene recordar que Windows 10 debutó en 2015: desde entonces han cambiado el hardware, las amenazas y los requisitos de seguridad. De ahí que Microsoft recomiende el salto a Windows 11, un sistema con base más actual y exigencias como TPM 2.0 y arranque seguro, que no todos los PC antiguos cumplen.
ESU para usuarios particulares: requisitos y cómo activarlo
El programa ESU (Extended Security Updates) permite seguir recibiendo parches de seguridad críticos tras el fin de soporte. En el canal de consumo cubre hasta el 13 de octubre de 2026 y no añade funciones nuevas ni asistencia técnica; su finalidad es ganar tiempo de forma segura para planificar la transición.
En la UE/EEE, Microsoft ha habilitado un año adicional gratuito con una condición clave: iniciar sesión con una cuenta Microsoft al menos cada 60 días. Fuera de ese ámbito, la inscripción es de pago (importe aproximado en torno a los 30 dólares) o canjeable vía Microsoft Rewards o copia de seguridad con OneDrive, según disponibilidad.
Requisitos previos imprescindibles: contar con Windows 10 22H2 completamente actualizado, conexión a Internet y vincular el equipo a una cuenta Microsoft (MSA). Si usas solo una cuenta local, deberás añadir una MSA para inscribirte y mantener la elegibilidad.
- Abre Configuración → Windows Update (en Actualización y seguridad).
- Localiza el aviso sobre el fin de soporte y pulsa en Inscribirse ahora para acceder al asistente ESU.
- Inicia sesión con tu cuenta Microsoft cuando se solicite y confirma la opción de pago, Rewards o OneDrive si procede.
- Reinicia si se te pide y vuelve a Buscar actualizaciones para obtener los parches ESU.
Detalles a tener en cuenta: Microsoft despliega el asistente de forma gradual, por lo que podría tardar en aparecer en algunos mercados; el almacenamiento gratuito de OneDrive es de 5 GB; y en el canal de consumo se pueden cubrir hasta 10 dispositivos por cuenta, según la letra pequeña de ESU.
Empresas y administraciones: margen de hasta tres años
En entornos corporativos, el programa ESU ofrece hasta tres años adicionales de parches con costes crecientes por dispositivo, por lo que no es una solución indefinida. Firmas del sector alertan de que mantener Windows 10 con ESU sin plan de migración puede encarecer el soporte interno y elevar la superficie de ataque.
Datos de referencia recientes apuntan a que aún hay más de 100 millones de equipos corporativos en Windows 10. Este volumen implica sobrecostes potenciales de miles de millones a nivel global por mantenimiento, mitigación de riesgos y pérdida de productividad si la transición no se planifica bien.
Además de la seguridad, hay que vigilar la experiencia digital del empleado: cambios de sistema, drivers y aplicaciones pueden generar incidencias si no se validan previamente. Algunas métricas comparativas muestran más reinicios forzados y fallos en determinados entornos con Windows 11, de modo que conviene pilotear, medir y ajustar antes del despliegue masivo.
Si no puedes actualizar a Windows 11
Si tu PC no cumple requisitos, el ESU te permitirá prolongar Windows 10 de forma segura un tiempo limitado. Existen métodos para instalar Windows 11 en equipos no compatibles (mediante ISO y herramientas como Rufus, Tiny11, NTLite o Flyoobe), pero quedan fuera del soporte oficial y su uso es responsabilidad del usuario.
Otra opción es explorar alternativas ligeras como ChromeOS Flex o distribuciones de Linux (Ubuntu, Linux Mint, Fedora, entre otras), válidas para equipos veteranos. Antes de dar el paso, comprueba compatibilidad de periféricos y software y realiza copias de seguridad.
Última hora: incidencia en la herramienta de creación de medios
En la recta final, Microsoft ha reconocido un fallo en la Media Creation Tool de Windows 10 que provoca cierres inesperados, complicando la creación del medio para saltar a Windows 11. La compañía trabaja en una solución mientras recomienda dos vías alternativas: usar Windows Update si aparece la opción “Descargar e instalar” o descargar la ISO oficial de Windows 11 para crear un USB de arranque.
Para equipos no compatibles, la modificación de la ISO con utilidades de terceros puede omitir comprobaciones, pero no cuenta con el beneplácito de Microsoft y conlleva riesgos. En cualquier caso, lo prioritario es no quedarse sin parches y planificar la migración con tiempo.
Con el fin del soporte a la vuelta de la esquina, la clave es decidir una hoja de ruta: ESU como puente temporal en consumo (gratuito un año en la UE), migración ordenada a Windows 11 cuando sea viable y, si no, considerar alternativas realistas. Cuanto antes se actúe, menor será la exposición y más suave el cambio.
