- El soporte de Windows 10 para consumo termina el 14 de octubre de 2025; el sistema sigue funcionando pero sin parches de seguridad ni asistencia.
- ESU permitirá seguir recibiendo actualizaciones: en el EEE habrá un año gratuito hasta el 13 de octubre de 2026, con cuenta Microsoft y Windows 10 22H2.
- En empresas, el ESU puede ampliarse hasta tres años; las ediciones LTSC mantienen soporte más allá (Enterprise hasta 2027 e IoT hasta 2032).
- Opciones: migrar a Windows 11 (vía Windows Update o ISO), usar herramientas de instalación avanzadas bajo responsabilidad o apostar por Linux/ChromeOS Flex.
Tras más de una década en el mercado, Windows 10 entra en su recta final de soporte. A partir de la fecha marcada por Microsoft, el sistema dejará de recibir parches de seguridad para el usuario doméstico, lo que abre un nuevo escenario en millones de equipos que siguen dependiendo de él a diario.
Conviene tener claro qué supone este cambio: el sistema operativo seguirá arrancando y funcionando, pero lo hará sin las correcciones ante vulnerabilidades recientes, sin mejoras y sin el soporte técnico habitual. Para evitar riesgos innecesarios, toca decidir si migrar a Windows 11, acogerse al programa ESU o, en su defecto, optar por alternativas prudentes.
Qué ocurre al terminar el soporte y a quién afecta
Con el fin del soporte, Windows 10 deja de recibir actualizaciones de seguridad y correcciones de errores destinadas al público general. El software y los drivers podrán seguir instalándose, pero con el tiempo aparecerán incompatibilidades y brechas que no contarán con parches oficiales.
Este cambio impacta especialmente a hogares, pymes y equipos que no cumplen los requisitos de Windows 11 (TPM 2.0, arranque seguro y ciertos mínimos de hardware). Las grandes organizaciones cuentan con transiciones planificadas y herramientas dedicadas, pero las medianas y pequeñas son las que más exposición al riesgo pueden acumular si no actúan.
Distintas fuentes independientes coinciden en que todavía hay centenares de millones de dispositivos con Windows 10 en uso. Las cifras exactas varían según el estudio, pero el consenso es claro: la base instalada es enorme y la transición será progresiva.
En paralelo, algunos análisis de experiencia digital indican que una migración mal planificada puede generar inestabilidad o parones en la productividad. Antes de mover ficha, compensa evaluar hardware, aplicaciones críticas y dependencias para evitar sorpresas.

ESU: cómo seguir recibiendo parches y qué alternativas tienes
Microsoft ha activado el programa Extended Security Updates (ESU) para quienes necesitan ganar tiempo. En el Espacio Económico Europeo (incluida España), los consumidores disponen de un año adicional gratuito de actualizaciones de seguridad de Windows 10, con fecha límite hasta el 13 de octubre de 2026.
Fuera del EEE, el ESU para consumo es de pago y su disponibilidad puede incluir modalidades como pago directo, canje de Microsoft Rewards o activación mediante copia de seguridad con Windows Backup/OneDrive, dependiendo del mercado. En cualquier caso, se trata de un puente temporal mientras se planifica la transición.
Requisitos previos para ESU (consumo)
- Windows 10 22H2 completamente actualizado desde Windows Update.
- Cuenta Microsoft (MSA) vinculada al equipo para la inscripción.
- Conexión a Internet para verificar la pertenencia al programa y descargar los parches.
Un matiz importante: en el EEE, Microsoft exige iniciar sesión con la MSA al menos una vez cada 60 días para mantener la elegibilidad. Si se supera ese umbral, el equipo puede salir del programa y habrá que reinscribirse.
Cómo activar ESU paso a paso (España y EEE)
- Abre Configuración → Windows Update (asegúrate de tener instalada la versión 22H2).
- Localiza el aviso sobre el fin de soporte y pulsa en Inscribirse ahora para acceder al asistente.
- Inicia sesión con tu cuenta Microsoft cuando se solicite.
- Reinicia si es necesario y vuelve a Buscar actualizaciones para descargar los parches ESU.
Si no aparece la opción, instala todas las actualizaciones pendientes, reinicia y revisa más tarde: la función se está desplegando de forma progresiva y puede tardar en llegar a todos los dispositivos.
Empresas y ediciones de ciclo largo
En entornos corporativos, el ESU puede contratarse hasta tres años adicionales. Además, las ediciones de Windows 10 Enterprise LTSC mantienen soporte hasta enero de 2027, mientras que Windows 10 IoT Enterprise LTSC se extiende hasta enero de 2032. Para organizaciones con software crítico, planificar la migración con inventario de aplicaciones y pilotos controlados es clave para reducir incidencias y costes.
Migrar a Windows 11: vías oficiales y casos no compatibles
Si tu PC cumple los requisitos, la ruta recomendada es Windows Update: en Configuración verás la opción de «Descargar e instalar» Windows 11 cuando esté disponible. También puedes usar la ISO oficial desde la web de Microsoft para crear un USB de instalación.
Si el equipo no supera los chequeos (TPM 2.0, arranque seguro, CPU soportada), existen métodos de instalación avanzados que eluden los requisitos utilizando herramientas de terceros o imágenes personalizadas. Son procedimientos no admitidos por Microsoft y se ejecutan bajo la responsabilidad del usuario, por lo que conviene valorar riesgos y soporte antes de adoptarlos.
Alternativas sin Windows: Linux y ChromeOS Flex
Cuando la actualización no es viable o no interesa, una opción es dar el salto a sistemas ligeros y mantenidos como ChromeOS Flex o distribuciones de Linux (Ubuntu, Linux Mint, Fedora, entre otras). Permiten alargar la vida útil de equipos antiguos y mantener parches de seguridad al día, con un aprendizaje razonable y buen soporte comunitario.
Un contratiempo reciente y cómo proceder
En fechas cercanas al fin de soporte, Microsoft reconoció un fallo en la Herramienta de Creación de Medios que podía cerrarse de forma inesperada. Mientras llega la corrección, la recomendación es usar Windows Update si el equipo es compatible o descargar la ISO oficial para crear un medio de instalación manual. Para preparar el USB, utilidades como Rufus ayudan a grabar la imagen de forma sencilla.

Riesgos de no actuar y buenas prácticas
- Sin parches, aumentan los vecos de seguridad y la exposición a malware y ransomware.
- Posibles fallos de estabilidad y pérdida de compatibilidad con nuevas versiones de aplicaciones.
- En empresas, mayor coste de soporte interno y experiencias digitales desiguales entre empleados.
Sea cual sea tu decisión, prioriza medidas básicas: copias de seguridad periódicas, antivirus actualizado, cuentas sin privilegios para el día a día y navegación prudente. Si vas a permanecer en Windows 10, inscribirte en el ESU cuanto antes reduce la superficie de ataque.
Con el fin de soporte a la vuelta de la esquina, la jugada pasa por elegir la vía que mejor encaje con tu hardware y tus necesidades: activar ESU para ganar tiempo, actualizar a Windows 11 si el equipo lo permite o apostar por alternativas modernas. Lo importante es no quedarse parado: quien planifica hoy, evita urgencias y problemas mañana.