Cómo Introducir un Tema
1. Comprensión
Para preparar una charla para un grupo es importante entender y comprender el tema al que vas a hablar. Investiga y realiza un estudio a fondo para aprender acerca del tema. Si es necesario, expón preguntas al respecto a expertos en la materia.
2. Organización
Una vez comprendías bien acerca de lo que quieres exponer, organízalo de forma ordenada. Crear un marco completo, añadiendo puntos clave, sub-títulos y estructuras, puede resultar útil para categorizar y destacar los diferentes aspectos con los que tratarás, lo cual te permitirá mantenerte enfocado en lo que realmente quieres decir.
3. Abre con Intencionalidad
Una vez que hayas organizado tu tema, es momento de crear un comienzo atractivo para introducir el tema con propósito. Abre con un dato interesante relacionado con el tema, un pensamiento interesante o simplemente alguna anécdota. Esto captará la atención de los demás y te brindará la oportunidad de entender la conexión de tus ideas durante la charla.
4. Esfuérzate por Establecer un Vínculo con tu Audiencia
En el momento de hablar, asegúrate de establecer un vínculo con tu audiencia y muestra tu entusiasmo. Invita a los demás a hacer preguntas y compartir sus opiniones para que interactúes directamente con tus oyentes. Explora temas interesantes relacionados con la charla y discute ideas para generar debates.
5. Resumir
Cuando hayas llegado al final de la charla, no te olvides de resumir todos los puntos principales. Hacerlo de forma sucinta, pero también específica, ayudará a recordar el contenido y profundizar el contexto y la comprensión del tema.
Conclusiones
En resumen, preparar una buena introducción para un tema requiere de un examen minucioso de la idea, una buena cantidad de investigación y la preparación para algunos posibles cambios a medida que se desarrolla la charla. Esto te permitirá comprender cuales son los puntos principales y descubrirás la manera correcta de transmitirlos con confianza a tu audiencia. Finalmente, recuerda que una buena charla no solo se trata de información sino de conexiones, por ello tenemos que esforzarnos por crear un vínculo entre nosotros mismos y nuestro público.
¿Cómo se puede empezar una introducción?
Para que la introducción sea más comprensible, los autores pueden dividirla en cuatro partes: Establecer la importancia del tema, Discutir investigaciones previas y / o actuales en el campo, Identificar el problema y explicar el enfoque adoptado para resolverlo, Describir brevemente el presente documento y su contribución.
En primer lugar, el autor debe presentar la relevancia del tema del documento para mostrar cómo los lectores se beneficiarán de él. Esto puede incluir una discusión sobre el impacto actual del tema en la investigación y la práctica actuales.
Antes de discutir detalles, el autor debe describir los conocimientos previos sobre el tema para proporcionar un contexto adecuado para todos los lectores. Esto significa identificar el estado actual de la discusión y delineando los principales temas y cuestiones relacionadas con el trabajo.
Luego, el autor puede plantear el problema que intenta abordar en el documento. Esto debe incluir una discusión sobre la relevancia de ese problema con respecto al tema y profundizar en qué desafíos e interrogantes el autor busca contestar.
Finalmente, se debe describir brevemente la estructura y el contenido del documento. Normalmente, el parágrafo final de una introducción se refiere a la importancia de los resultados del documento para obtener una imagen informativa de los contenidos, proporcionando una perspectiva general de los temas a tratar para los lectores.
¿Cómo se hace un párrafo de introducción?
Se realiza una introducción al tema, se describe cómo se abordará y cuál su importancia. Además, se pueden incluir la tesis, la hipótesis, el punto de vista del autor, citas, interrogantes o analogías. El tema central. Se describe de manera resumida el tema o el suceso del texto, generalmente, en una oración. Se recomienda usar verbos en infinitivo. El/los afirmación(es) general(es) sobre el tema. Se exponen las afirmaciones generales sobre el tema de manera clara y concisa. Deben ser afirmaciones veraces, no solo opiniones. Se recomienda usar afirmativos, para agregar certidumbre en la idea. Los detalles importantes. Se agrega aquí toda información sustancial sobre el tema que ayuden a explicar mejor al lector el contexto. Estos detalles deben considerarse parte esencial de la idea principal. La conclusión inicial. Se debe ser breve pero conciso, reflejando la tesis principal del texto. Esta conclusión es temporal, pues dará lugar a la hipótesis de investigación.